La ubicación geográfica jamás debe ser el principal atractivo de una conferencia

Si bien un número de destinos latinoamericanos –tales como México, Brasil y Argentina, por mencionar algunos—han tenido éxito en cuanto a la industria MICE en las últimas décadas, también es cierto que la adecuada distinción entre el sector de reuniones y convenciones y el turismo de ocio continúa siendo un reto en muchos países de la región –hecho que podría ocasionar una serie de sencillos, empero costosos errores en su búsqueda de grandes eventos.

Según Christian Mutschlechner, exdirector del Buró de Convenciones de Viena, destinos MICE alrededor del mundo, por ejemplo, están en riesgo de perder no pocos eventos internacionales de importancia (y, por ende, millones de dólares en ganancias) debido a un mal énfasis en la promoción de la ubicación geográfica.

Mutschlechner, quien hizo sus declaraciones durante su reciente presentación en FIEXPO Latin America en Santiago de Chile, sustentó su teoría citando un caso en que se le solicitó revisara el cumplimiento del evento con las expectativas del cliente.

Expresó: “Al evaluar la información disponible, pronto descubrí que los detalles científicos –el aspecto más importante de la información—aún no estaban listos, por lo que decidí darle un vistazo a la página web. Sorprendido, encontré la foto de la piscina del hotel, seguida de la frase, ‘La mejor opción para usted y su familia’. No se encontraron fotos de los salones de conferencias. Esto, por supuesto, colocó la mencionada actividad en el rango de ‘evento de alto riesgo’. La ubicación geográfica jamás debe ser el principal atractivo de una conferencia.”

FIEXPO Latin America es considerado el evento de la industria MICE más grande de Latinoamérica y el Caribe. La feria de este año ofreció presentaciones magistrales y foros en temas como Destinos emergentes vs. Ciudades capitales, La convergencia de asociaciones y organizaciones internacionales en el mismo camino, y Servicios turísticos vs. El servicio de reuniones.

Este año, FIEXPO coincidió con un “cambio de guardia” con respecto a países anfitriones, ya que Chile transfirió el papel a Colombia luego de un ciclo de tres años.

Una de las principales características de este evento anual es una serie de reuniones de negocios para promover el networking entre compradores invitados, visitantes comerciales y más de 60 representantes gubernamentales de todo el continente.

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