Panamá, en turismo, es como un gigante dormido. Si bien esto no lo dijo textualmente nuestro entrevistado, Antonio Alfaro, presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Panamá (CAMTUR), los lectores de esta nota bien lo podrán corroborar a continuación.
Y es que otros países del área, cuya popularidad en el ámbito del turismo mundial sobrepasa a la nuestra con creces, aún no ha podido obtener lo que obtuvo Panamá el año pasado: la aprobación, en tiempo récord, del primer observatorio turístico del país, una oficina de gestión mixta destinada a recabar información estadística sobre las necesidades de cada destino interno.
Sobre esto, Antonio Alfaro, quien preside CAMTUR desde hace cuatro años, comentó: “La aprobación de nuestra propuesta de observatorio por parte de la Organización Mundial de Turismo (OMT) es, en definitiva, una de las satisfacciones más grandes de la Junta Directiva de nuestra organización. Iniciamos los trámites en octubre de 2017 y, para octubre del año pasado, ya nos encontrábamos en Madrid recibiendo nuestro certificado. Esto mismo les ha tomado a otros más de 10 años.
A pesar de las implicaciones del citado logro, Alfaro comenta que hay halagos que a Panamá no le saben tan dulces, y no por la falta de honestidad de los que los emiten. Explicó: “Un importante miembro de la industria turística suramericana, me comentó recientemente, que el día que despertásemos los panameños, sería el día en que la región temblaría, porque sería cuando empezásemos a aprovechar lo mucho que tenemos, pero que hemos ignorado hasta el momento”.
La falta de unidad ha sido el principal enemigo de la industria turística panameña, afirmó Alfaro, cosas como que las autoridades del sector público como las del privado, no han logrado ponerse de acuerdo en la unificación de una marca país. “Panamá, en materia turística, es como una carreta con diversos conductores que, lamentablemente, la dirigen cada uno, en la dirección que más le conviene a sus intereses económicos, a la vez menciona a la burocracia como el enemigo número dos del sector que, según expertos, produce más réditos para el país que el Canal de Panamá.
Si bien la división del rubro parece ser la tónica en el mundo corporativo de la capital panameña, según Alfaro, algunas organizaciones del interior del país podrían darles cátedra a sus contrapartes capitalinas en cuanto a unidad. Tal es el caso de la recién creada Cámara de Turismo de Pedasí, en la provincia de Los Santos. “Quedé muy satisfecho con la nueva Cámara, ya que, en la toma de posesión de su primera junta directiva, presentaron un plan de trabajo completo en el que todos sus miembros se mostraron comprometidos. Es así cómo deben ser las cosas. La empresa privada debe estar involucrada y no esperar que todos los problemas los resuelva el gobierno”, detalló.
La industria panameña de reuniones y convenciones y su gran potencial
Otro elemento del sector privado que muestra dinamismo es, según el presidente de CAMTUR, la Asociación Panameña de Profesionales en Congresos, Exposiciones y Afines –APPCE– que, con solo tres años de haber sido reactivada, ha logrado organizar importantes eventos de primer nivel. Sobre ellos, acotó:
“Siento un gran aprecio por la gente de APPCE, ya que están demostrando mucha capacidad. Con ellos, hemos logrado una colaboración altamente beneficiosa, especialmente este año, en lo concerniente a la organización de la Convención Nacional de Turismo (CONATUR). Son gente que hace las cosas bien. ¡Son de los que no se duermen!
No obstante, siguiendo este comentario, el presidente de CAMTUR instó a las autoridades nacionales a apresurar el crecimiento de la industria panameña de reuniones y convenciones mediante la eliminación de la burocracia y la puesta en funcionamiento del nuevo Centro de Convenciones de Amador. Sobre éste, advirtió: “Si el gobierno nacional no resuelve el tema de la administración del centro cuanto antes, muy pronto tendremos un edificio moderno y muy bonito convertido en residencia de indigentes”.
Cuatro años de batallas y logros
Antonio Alfaro, quien abandonará la presidencia de CAMTUR a finales de año tras dos períodos consecutivos (antecedidos de cuatro años encargado de la tesorería), describe su gestión como “difícil”, debido a las vicisitudes en la búsqueda de puntos en común entre su gremio y el sector público. Sobre esto, detalló:
“Algunos me acusan de no pelear lo suficiente, pero soy de los que creen que la negociación es el medio más eficaz para resolver cualquier conflicto. Uno de los ejemplos más concretos de esta filosofía ha sido lograr el análisis más profundo, por parte del diputado proponente, del proyecto de ley que busca gravar a los pasajeros en tránsito, y quien se ha mostrado dispuesto a un dialogo con la industria a fin de lograr un documento de consenso.
El crecimiento exponencial en la membresía, es según Alfaro, uno de los logros más visibles de su gestión en CAMTUR, cuya membresía subió, de 9 asociaciones a 19 durante sus dos períodos presidenciales. Además, se creó una nueva categoría de miembros académicos, por lo que la entidad ya cuenta con empresas dedicadas a el estudio y la tecnología, universidades y el Biomuseo.
Otro importante logro dentro de su gestión ha sido la organización de CONATUR, cuya cuarta versión se realizará este mes. “El interés del público en CONATUR es impresionante, ya que constantemente recibimos llamadas y correos sobre el evento con meses de anticipación. De igual manera, el material que resulta de las ponencias de los expertos, locales e internacionales, es utilizado por los estudiantes de turismo como insumo para sus tesis de grado y de maestría en turismo. Este logro, en particular, no tiene comparación alguna”.
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